Paso a paso, con el compromiso del Ayuntamiento de Burlada
y la tenacidad de la Asociación Burlada Blues Bar, el conocido
festival blusero alcanza ya su sexta edición. A pesar de la situación crítica
que atraviesa el sector, los organizadores del evento han conseguido reunir un
elenco de artistas de primera línea del blues nacional e internacional
manteniendo la gratuidad de los espectáculos. Apostando por la experiencia pero
sin olvidar la emergencia de nuevas bandas y complementándose con la exhibición
de películas sobre el género, el blues pisará nuevamente el magnífico escenario
del Parque Municipal de Burlada en las dos primeras semanas del mes de agosto
con el siguiente programa:
Día 3 de
agosto, VIERNES, (22:30 h.), PRIMER CONCIERTO
VASTI JACKSON.- Jackson (Mississippi) es un guitarrista de
renombre mundial, compositor, arreglista y productor. En sus 35 años como
músico ha tenido experiencias diversas; desde grabar para BB King Blues, hasta
ser guitarrista de los sellos Malaco (Mississippi) y Alligator Records (Chicago).
Director musical y guitarrista de ZZ Hill, Johnnie Taylor, Denise LaSalle,
Milton Little, y Bobby Bland, también ha trabajado con grandes del gospel -
entre ellos los hermanos Williams, Los Southernaires Jackson, y Coley Daryl. Su
estilo se hunde en las raíces de la música del sur de Estados Unidos, en Mississippi,
Louisiana.
Preparados, listos,
¡blues!
Conciertos de Vasti
Jackson & José Luis Pardo Band
Fecha:
viernes, 3 de agosto.
Lugar: parque Uranga, Burlata.
Incidencias:
1ª jornada de la 6ª edición del Burlada Blues Festival; muy buena asistencia. 2 Horas y ¼ de música
en directo. Público de ambos sexos y distintas edades que se mostró receptivo.
Tras
el buenísimo sabor de boca dejado por las ¡cinco! ediciones anteriores del Burlada Blues Festival, el primer
viernes de agosto tuvo lugar el primero de los conciertos del presente ciclo,
correspondiente a 2012. En una noche magnífica para la música en vivo, en un
marco tan sugerente como el representado por el parque Uranga, el blues se hizo
música en directo de manos del trío del argentino José Luis Pardo, comandado
por él y llamado de una u otra forma a estar todo el tiempo en escena: no en
vano les tocó –en una suerte de primera parte- hacer de teloneros y, a
continuación, hasta la 1.15; durante hora y media, arropar al cabeza de cartel:
al compositor, arreglista, productor y guitarrista de renombre
mundial Vasti Jackson.
Ante un público que, expectante
y orgulloso de su ciclo de blues, siguió el devenir de la velada ya sentado en
el césped, recostado sobre el mismo o puesto en pie (sobretodo en la parte
principal, la correspondiente a la actuación del bluesman de Mississippi), la
velada arrancó sobre las 23.00, deparando el inicial pase del ya citado trío (integrado
además de por el susodicho José Luis Pardo, por Vicente
Sanders, al bajo, y Antonio Álvarez, a la batería) unos temas
que destacaron por su generosa duración. Unas composiciones finas y elegantes
intensamente plasmadas por guitarra, bajo y batería y bastante ricas algunas de
ellas en espacios de ultra minimalista concepción artística por parte de Pardo,
logrando éste atraer hasta la mismísima parte delantera del escenario a un buen
número de fieles. Y de esta guisa transcurrieron los 40 minutos de que
dispusieron, a caballo entre el blues y sus distintas vertientes, teñidas
ocasional y certeramente de twist y boogie-boogie.
Procedente del delta del Mississippi, director
musical y guitarrista de ZZ Hill, Johnnie Taylor, Denise LaSalle, Little Milton
o Bobby Bland, Vasti Jackson se metió a los presentes en el bolsillo con todas
sus interpretaciones, de desarrollos todavía más extensos que los de las
brindadas por sus acompañantes en solitario y de diferentes raigambres,
coqueteando -y más algunas de ellas- con el rock e incluso el reggae, más allá
del blues o del rhythm and blues.
Bajo una luna que parecía un melón (parafraseando la canción de Potato),
implicando, y cómo, a los presentes a la hora de hacer coros de marcado regusto
jamaicano o de corear estribillos como el de No woman no cry. Eso sí, evidentemente, tratándose de lo que se
trataba, de una cita llevada a cabo en el nombre del blues, apuntaremos que tampoco
faltaron guiños a grandes como Jimmy Hendrix o Muddy Water, en la recta final.
Modesto pero consagrado y ya referencial, el
viernes 3 sonó el pistoletazo de salida del festival de blues de Burlata, y lo
hizo como en los últimos años: perfectamente respaldado por un público que ha
hecho del mismo algo suyo en particular… Y del blues, la banda sonora de sus
vidas en general. De parte de las mismas al menos, y no solo durante estas dos
semanas de verano: también en otoño, de manos del Udazkena Blues, programado por la peña Euskal Herria… y, en buena
parte de los casos, a tiempo completo, como en los concernientes a los
entusiastas integrantes de la asociación de blues organizadora del evento. De
un ciclo que este viernes acercará al parque Uranga a The Romanticos y
Travellin´ Brothers y al día siguiente, el sábado 11, a los suizos Marco Marchi & The Mojo
Workers y al jovencísimo Krissy Matthew.
Ah, y próximamente, crítica de las actuaciones de Marcos Coll y los Mighty Calacas y del más que veterano Sidney Guitar Crusher Selby, llevadas a cabo el
sábado 4. Seguiremos informando.
Día 4 de agosto, SÁBADO, (22:30 h.), SEGUNDO CONCIERTO
MARCOS COLL Y LOS MIGHTY CALACAS.- Liderada por el gallego
Marcos Coll, esta banda hispano-mexicana nos ofrece una nueva propuesta musical
que fusiona el blues con el soul, el funk y los Groves grasientos.
GUITAR CRUSHER.- Sidney
"Guitar Crusher" Selby es un auténtico “bluesman”. Nacido en 1931 en
Carolina del Norte, la
Gran Depresión le conduce a New York, donde forma su primera
banda en los años 50. A
partir de1960 comienza una década de actuaciones con The Drifters, The Isley
Brothers, Ben E. King y otros grandes talentos de R & B. trasladándose a
Europa a partir de los años 70 y convirtiéndose en cabeza de cartel de los
circuitos de blues.
Esencia, quintaesencia y
actitud
Conciertos de Marcos Coll & los Mighty
Calacas y Guitar Crusher
Fecha:
sábado, 4 de agosto.
Lugar: parque Uranga, Burlata.
Incidencias:
2ª jornada de la presente edición del Burlada Blues Festival; asistencia
bastante buena. 2 Horas y media de
música en directo.
Siguiendo
el mismo patrón que la víspera en lo que concepción de las actuaciones se
refiere (esto es, con la banda comandada por el armonicista gallego Marcos Coll
haciendo de backing band o banda de
acompañamiento del cabeza de cartel), el sábado tuvo lugar la segunda entrega
del festival de blues; eso sí, siguiendo la ya apuntada fórmula pero con una
diferencia: y es que en esta ocasión Sidney Selby, conocido
artísticamente como ‘Guitar Crusher’, compareció desde el principio
–prácticamente-, permaneciendo durante hora y ¼ en escena –en un primer momento- y volviendo a
salir sobre la 1.00 de nuevo, manteniéndose a pie de micro durante media hora
más. Brindando en una suerte de traca final clásicos como The blues is alright (coreado por el a dichas horas más que rendido
público), Johnny Be Good (todo un
lujo escucharlo en su voz) o Stand by me
–entre otros-, hasta la definitiva conclusión de la velada.
Tras arrancar Coll y los
mejicanos Mighty Calacas por parámetros de genuino sabor a charleston (trío este
integrado por Emiliano Juárez, a la guitarra, Fernando Ruvel, al bajo y a la
voz, y Zoar Miranda,
a la batería), la posibilidad de disfrutar de primera mano del blues por
antonomasia; de un blues de pureza realmente elevada se materializó de
inmediato, de manos de la salida, a una con la segunda interpretación, del
legendario Guitar Crusher: octogenario bluesman de Carolina del Norte que,
vistoso traje marrón -camisa y sombrero de color crema- y relucientes zapatos
negros, no dejó indiferente a nadie: ni con su planta ni con su voz. Vieja
gloria del blues venida a más fruto del paso del tiempo que demostró mantener
timbre, voz y facultades para dar y tomar, derrochando lo dicho todo el tiempo
y haciendo total gala de ello. Tal y como hemos dado a entender desde el título
de estas líneas, disponer sobradamente de esencia, quintaesencia y actitud. Y
entiéndase dicha triada en el orden que se quiera, que el orden de los factores
no alteró el producto: el resultado final, visto lo visto.
Con su voz dejando entrever el
poso del tiempo; el paso de los años –para bien-, frente a un público agolpado
de forma mayoritaria adelante en aras de poder disfrutar de la cercanía de la
leyenda, el viejo Guitar Cruher protagonizó un dinámico y animado show,
demostrando ser todo un amo del falsete y estar totalmente atrapado por el
ritmo. Por las cadencias del blues y sus distintos afluentes, llevando la
ceremonia por él oficiada en el presente día de precepto hasta lo más alto,
durante su hora y 15 minutos de concierto: y todo ello perfectamente respaldado
por una banda que, gloria bendita para el sentido del oído; a su servicio,
lució perfectamente conjuntada, con los músicos, con sus grandísimos músicos
–en otro orden de cosas-, totalmente conscientes de su papel cumpliendo a la
perfección con su trabajo, para mayor gloria de tan señalado jefe de filas.
Haciendo gala con total profesionalidad de ser parte de un todo, tan fácil y
tan difícil a la vez. De semejante todo. Además éstos, Marcos y los Mighty Calacas, pronto tuvieron su espacio, aprovechando los
siguientes 45 minutos para mostrar en solitario su singular sonoridad de
profundas raíces aztecas, fruto de mezclar blues, cumbia, música
tradicional y soul. Sus canciones, realmente eclécticas: ya, cercanas a las
formas de Carlos Santana o bien, imbuidas por el espíritu del R & B más
genuinamente mejicano, conduciendo al
respetable por las lindes de las rolas de amor o desamor más cantineras: sin
caer en el regusto de corte tradicional más esperado pero, a ritmos de country corrido
–incluso-, sin renunciar tampoco a sus raíces. Y tras dicho pase, llevado a
cabo de forma ininterrumpida, Guitar Crusher de nuevo al tablado, como ya hemos
contado en un principio... Y este fin de semana, más. Que siga sonando el blues.
Día 5 de
agosto, DOMINGO, (13:00 h.): SESIÓN VERMOUTH
BENJAMIN TEHOVAL .- El dios del blues nunca
habitará en él porque es blanco y de Estrasburgo. Benjamin Tehoval hace de
todo. De Robert Johnson a Chuck Berry, pasando por sus propias composiciones,
canta blues con feeling, con el espíritu de las épocas que vivieron el apogeo
de esta música.
Día 10 de
agosto, VIERNES, (22:30 h.), TERCER CONCIERTO
THE ROMANTICOS.- The Romanticos es una formación que
aparece en 2009 como resultado de la apuesta común de sus componentes por el
blues y la música afroamericana en general. El trío está formado por Iker Piris
voz y guitarra, Xabier Barrenetxea al bajo, e Hilario Rodeiro a la batería, y
en ocasiones puntuales cuenta con la colaboración del pianista Paul San Martín.
Su música transita desde el funk de los 60/70, al Chicago blues más moderno,
donde la influencia de artistas como B.B. King, Johnny Guitar Watson, Ray
Charles, o The Meters, son reconocibles en las composiciones del guitarrista
tolosarra, a las que se suman las adaptaciones que realiza el trío.
TRAVELLIN’ BROTHERS.- Formados a finales del año 2003 en la localidad Vizcaína
de Leioa, junto a las orillas de la ría de Bilbao, reciben una gran inspiración
del Nervion y de su carácter industrial. Travellin’ Brothers tiene hoy día un
considerable bagaje musical. Son ya más de ocho años de actividad frenética y
en continuo ascenso, siempre en compromiso con la auto-superación. Tres
discos y más de 350 conciertos avalan su trayectoria. Camaleónicos como pocos,
son capaces de tocar tanto en pequeños clubs como en los más grandes
festivales; Cazorla Blues Festival, Hondarribia Blues Festival, Béjar, Cáceres,
Barcelona, Yeclajazz, Blues Sur Seine, etc. Rock & roll y rhythm &
blues como el de Nueva Orleans pero hecho en Bizkaia, la música del Mississippi
a orillas del Nervión.
Blues Brothers
del Nervión
Concierto
de Travellin´ Brothers
Fecha:
viernes, 10 de agosto.
Lugar: parque Uranga, Burlata.
Incidencias:
3ª jornada de la presente edición del Burlada Blues Festival. Como teloneros
abrieron noche The
Románticos. Asistencia bastante buena. 2 Horas y ½ aproximadamente
de música en directo.
A
lo Blues Brothers. Como si de los Blues Brothers de Euskal Herria se tratasen,
con el rock & roll y el rhythm & blues de Nueva Orleans por
bandera pero con una salvedad: concebido y hecho en Bizkaia, el presente hecho
musical. Cosa de su lugar de procedencia, Leioa, enarbolando el grupo la música
del Mississippi… pero desde las orillas
del Nervión, he aquí cómo comparecieron los Travellin´ Brothers a orillas del Arga, en
Burlata. He aquí cómo desembarcó una banda que caldeó, y cómo, la noche, ya de
por sí caldeada en lo relativo a los niveles alcanzados por el mercurio.
Ante un público un tanto disperso por el
recinto, la velada, tercera de abono, arrancó con la actuación de The Romanticos,
cuarteto que comandado por el tolosarra Iker Piris a la guitarra y a la voz
(quien se vio abocado a actuar con un considerable trancazo) y excepcionalmente
reforzado por el reconocido pianista Paul San Martín, compareció ejerciendo de
grupo telonero propiamente dicho (siendo esto así por primera vez en el
presente ciclo), amenizando discretamente la noche ya con sus propios temas, ya
con adaptaciones de canciones de otros. Y a continuación, pasadas las 0.00
horas, después de que los citados cerraran pase con un tema de Johnny Guitar Watson, lo que la mayoría de los
presentes estaba esperando: la actuación de Travellin´ Brothers, quienes a nadie dejaron indiferente.
Con cuatro discos en su haber, testigos de los
primeros pasos del blues en Burlata desde que fuesen invitados (o liados –más
bien-, nunca se sabe) para actuar en la primera edición del Udazkena Blues en la peña Euskalherria, el
sexteto abrió fuego con una intro de animado sabor a sintonía, pasando a partir
de entonces a facturar rhythm & blues en
clave de soul a todo ritmo. En todo su esplendor. Bueno, y
sugerentemente tintado de gospel, en este arranque. Y de swing, en otro de los
temas. O de boogie boogie, en más de los que siguieron, demostrando con todo
ello, en suma, ser una auténtica banda de directo. Abriendo la espita de la
música y la fiesta con cuantas cartas puso sobre la mesa la presente formación,
perfectamente liderada por un vocalista, Jon Careaga, que demostró ser un
consumado maestro de ceremonias, acertando en todo momento a conducir y
reconducir a los presentes tras de sí. Tras la música plasmada, en otro orden
de cosas, por bluesmen ya referenciales para nuestro pequeño país como el
guitarrista Aitor Cañibano, el bajista Eneko Cañibano, el teclista Ander
Unzaga, el baterista Isi Redondo, o el saxofonista Alain Sancho, grandes todos
ellos a sus respectivos instrumentos. Y así, de esta guisa transcurrió la
presente noche, penúltima en lo que a blues en vivo en el parque Uranga hace
referencia.
Localidad con alma de blues donde las haya, así
volvió a latir el corazón de Burlata la presente noche de verano, bajo la
pulsión del mejor blues, quedando flotando en el ambiente un muy buen sabor de
boca en general. Sí, pese a que el festival viniera de donde lo hacía, de haber
sido testigo de la reciente actuación del gran Guitar Crusher & Marcos Coll
y los Mighty Calacas el sábado día 4, palabras mayores: un ciclo que, a modo de
traca final, reservó para el día siguiente dos grandes ases en la manga, las
actuaciones de Marco
Marchi & The Mojo Workers y Krissy Matthews. En próximos días lo
contamos.
Día 11 de
agosto, SÁBADO, (22:30 h.), CUARTO CONCIERTO
MARCO
MARCHI & THE MOJO WORKERS.- Desde Suiza nos llega esta curiosa banda que combina el
blues de raíces con el country folk. Sobresale una instrumentación a base de
dobro y armónica e incluyen la nota original del empleo de la tuba, en una
actuación que sorprende a
todos los presentes, ya que impregnan el ambiente de un aire
diferente y muy especial.
KRISSY MATTHEWS.- Mitad inglés, mitad noruego y con sólo
17 años, Krissy Matthews es ya uno de los grandes guitarristas de la escena del
blues. A los 12 años comparte escenario con John Mayall y los Bluesbreakers y a
los14 fue expresamente invitado por Jeff Haley a tocar en vivo con él. Algunos
medios le señalan como el “sucesor de Bonamassa”. Krissy ha grabado cuatro CDs
y han actuado en una docena de países europeos. No se puede pedir más.
Hilando
fino hasta el final
Conciertos
de Marco Marchi &
The Mojo Workers y Krissy Matthews
Fecha:
sábado, 11 de agosto.
Lugar: parque Uranga, Burlata.
Incidencias:
4ª y última jornada de la presente edición del Burlada Blues Festival; asistencia muy
buena nuevamente. Más de 2 horas y media de música en directo.
Concluyó
la 6ª edición del Burlata Blues Jaialdia
–como también rezaba el cartel bilingüe que presidía el escenario-, y no pudo
hacerlo mejor que con las presentes actuaciones: con las de los suizos Marco Marchi & The Mojo Workers (de lo mejor que
hemos visto estos días) y Krissy Matthews y su banda, jovencísimo guitar-hero que, por las lindes del
mismísimo Bonamassa, se metió idénticamente al gentío en el bolsillo.
Bajo
una temperatura realmente agradable, con la presencia de un más que bienvenido
viento del Norte arrullando el recinto –tras la noche tropical padecida la
víspera-, la velada arrancó con la presencia de los comandados por el
guitarrista y vocalista Marco Marchi, formación primera en actuar… Y no por su
condición de telonera. Por la siguiente razón –más bien, a la vista del nivel
por ellos esgrimido-, porque había dos bandas en liza y una de ellas tenía que
empezar. Y así quedó claro desde el principio, desde que, pertrechados de guitarra,
batería, armónica, bajo (ocasionalmente) y, principalmente, tuba, empezaron a
combinar los ingredientes llamados a dar vida a sus temas: blues con raíces y
country folk. ¿El resultado? Un country rock pasado por el tamiz del blues de
exquisita sonoridad. Pura canelita fina, con la espectacular tuba tocada por Bianchi marcando con tanta elegancia como rotundidad
los raíles llamados a acoger las notas del armonicista Claudio Egli y
del ya citado guitarrista Marchi. La
tuba, original hecho diferencial del cuarteto -fuera de toda duda-, que sólo en
contadas ocasiones dejó de sonar… En beneficio del bajo. ¿El motivo? ¿Tal vez
para que Fabio, bajista asimismo, descansara momentáneamente desprendiéndose de
ella? No sabemos. Especulaciones nuestras. En cualquier caso, así discurrió su
pase, entre ritmos de charlestón y boogie-boogie –preferentemente- presididos
por el blues.
Canela
en rama igualmente, a continuación ocupó el escenario Krissy Matthews, el
cabeza de cartel más joven de cuantos han desfilado estos días, quien,
respaldado por bajista y baterista, puso perfecto broche final al ciclo con su
concepción del blues, más rockera y distorsionada que la de los anteriores: denotando
virtuosismo a espuertas, haciendo kilómetros y todo tipo de cabriolas por el
mástil de su guitarra, derrochando virguerías y, pese a sus 17 años de edad,
madurez. Maestría, pasión y total entrega a las seis cuerdas, moviéndose como
un resorte atrapado por sus sones. Demostrando por medio de los temas por él facturados
por qué cuenta con cuatro discos en el mercado, pese a sus pocos años: con unas
interpretaciones de elevada intensidad y octanaje.
Burlata
acogió una nueva edición de su ya referencial cita veraniega con el blues, la sexta,
abriendo nuevamente de par en par las puertas de su parque más señero para ello y dando fe de que, al igual que el rock en
los años noventa, el blues también llegó a la localidad para quedarse. A Burlada, el pueblo de la música para todos los públicos y todos los
gustos, con independencia del estilo musical preferido de cada cual, la edad de
los potenciales destinatarios de los conciertos o, igualmente importante, sus
posibilidades económicas, toda vez que citas como esta, recientemente terminada,
o el Udazkena Blues y el Maiatza Rock, son de acceso gratuito
para todos. Un festival este, el de blues, que en el presente 2012, en otro
orden de cosas, ha hecho de más exquisito preámbulo para las fiestas patronales,
habiéndose desarrollado del mejor modo posible: marcado por la bonanza
artística y meteorológica, siendo este último factor para el triunfo de la
música al aire libre como la sensación
de frescor del agua para la sed: algo substancialmente importante. Y el año que
viene, más, Que el blues no deje de sonar.
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