CERCA DE 6000
PERSONAS VIBRARON DURANTE 6 HORAS Y MEDIA CON LAS CANCIONES DEL MÍTICO ROCKERO, INCENDIANDO ESPECTACULARMENTE
LA NOCHE
Enrique Villarreal, ‘El Drogas’,
reventó el aforo de la Ciudadela ayer sábado, poniendo su particular pica en su
ciudad con el presente concierto. Protagonizando una de las noches de rock
& roll más grandes, emotivas y épicas de su carrera. Y, durante más de
cinco horas, lo hizo perfectamente secundado por los suyos, por cuantos se
dieron cita ya sobre el escenario (o sobre los diferentes escenarios habría que
decir), ya bajo los mismos: por cuantos artistas compartieron tablas con él en
una noche tan especial y por los miles y miles de personas que asistieron a la
cita: un público intergeneracional integrado por gentes de toda edad y
condición que, llegado de todos los confines del estado, cantó, se emocionó y
disfrutó como pocas veces hemos visto en un concierto.
Planteado como perfecto
colofón de la gira con la que ‘El Drogas’ ha presentado desde 2013 su triple
disco Demasiado tonto en la corteza,
el histórico músico de la Txantrea, además, calentó con su presencia, y cómo, la
cuenta atrás de cara a los inminentes Sanfermines, representando su concierto
al respecto la auténtica antesala de la fiesta: un show irrepetible que, tal
vez por ello, fue grabado, estando previsto que en un futuro cercano sea
publicado en CD y DVD.
SEAN BIENVENIDOS
A pecho descubierto, a pie de
calle y de escenario un día más (como ha sido en estos 3 últimos años),
poderosamente armado de razones y canciones, el legendario rockero recibió al
público a porta gayola –que dirían los taurinos-. A capella sobre el sencillo colchón de notas tejidas por él, ya a
la guitarra, ya, al piano, cosechando desde estos albores los primeros
aplausos. A toda velocidad, unas vez
brindados a modo de entremeses temas como Sean
bienvenidos, Voy muriendo o Llegan los cuervos, Villarreal entró a matar de
inmediato sobre el escenario de la sala de Armas, donde le esperaba la
denominada ‘Banda de la (des)Memoria’. Tras recibirle allí Txus Maraví, El
‘Flako’ y Brigi Duque tocando la última canción citada en eléctrico, los cuatro
prosiguieron brindando durante una hora las canciones registradas en su día en
el disco La Tierra está sorda, de
Barricada: unas composiciones que, en este marco, lucieron agrupadas en el
espectáculo Sombras que la luz grita.
Acto seguido, a partir de las 21.30 horas; ya sobre el espectacular escenario
principal, la banda se reconvirtió en ‘El Drogas Rhythm & Blues Band’, exhibiendo
su poderío artístico el cuarteto reforzado por Selva Barón a los coros, a la
percusión y al violín; Patricia Grehan, a los coros y a la percusión, y Germán
San Martín, a los teclados, antes de desembocar finalmente la noche, tras la previa
adaptación del entarimado, en el espectáculo ‘Los disparos del Dr.Gas’, con los
músicos, directos a la cabeza y a los corazones,
descerrajando como explosivo broche
final los temas más enérgicos de la carrera de Villarreal.
FECHA PARA NO OLVIDAR, 2 DE JULIO
Tras comenzar obligado por las
circunstancias a hacer su nueva casa por los cimientos, ya en el tejado de la
misma, ayer sábado ‘El Drogas’ la tiró directamente por la ventana, y lo hizo
en medio de un insolente despliegue de medios. A lo grande, protagonizando un
acontecimiento para no olvidar, solo al alcance de los más grandes. Dando lugar
a un profuso y prolijo repaso a sus caminos recorridos ya, a bordo de
Barricada, La venganza de la Abuela, Txarrena o El Drogas (su última y
definitiva reinvención), ya a los formatos con los que ha venido defendiendo
sus canciones en los últimos años: y así lo entendió tanto el público (las
cerca de 6000 personas que agotaron las entradas con meses de antelación) como
los invitados que secundaron al de la Txantrea en su día más memorable;
artistas que desfilaron junto a él la noche de ayer como Fito Cabrales, Carlos Tarque (M Clan), Kutxi
Romero (Marea), Luz Casal, Quique González, Rosendo, Ara Malikian, Leiva,
Yosi Domínguez (Los Suaves), Gorka Urbizu (Berri Txarrak), Rulo (Rulo y la Contrabanda),
Carlos Escobedo (Sôber), Álvaro y Ovidi de Los Zigarros, Iván Ferreiro, Vito
(Sínkope), Julieta Itoiz (La Chula Potra) o Brick Paco -de Benation-,
dando a una cita para enmarcar. ¿La venganza del abuelo lo vivido (dicho esto
siéndolo el citado por partida doble como lo es)? Una cosa quedó clara, que a la
vejez, viruelas. Que la del sábado fue una jornada única e inolvidable.
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